Taxonomía y nomenclatura
Equus ferus caballus (Linnaeus, 1758)
La especie, descrita a partir de un caballo doméstico, muchas veces ha sido tratada como Equus caballus caballus, pero actualmente se acepta la prioridad del nombre de la forma silvestre (E. ferus), con las domésticas como subespecies. Su ancestro estaría entre el extinto tarpán E. ferus ferus (Groves 2002) y el caballo de Mongolia o takhi E. ferus przewalskii (Moehlman 2002). Se ha demostrado una gran diversidad matrilineal entre los caballos modernos, lo que sugiere diferentes poblaciones como fundadoras. Una sola población como stock fundador no explica la variabilidad observada (Vilá et al. 2001).
Sinónimo: Equus caballus caballus (Linnaeus, 1758).
Información general
El área nativa de distribución del ancestro del caballo moderno era Eurasia. Sin embargo, la especie se habría originado en Norteamérica, donde se extinguió en el Pleistoceno, y a través del istmo de Behring se dispersó hacia Eurasia donde se distribuyó ampliamente. Fue domesticada hace aproximadamente unos 5.000 años. Actualmente sólo persiste una subespecie salvaje, Equus ferus przewalskii, extinta en la naturaleza, aunque en 1960, a partir de solo 13 individuos, fue criada en cautiverio y recientemente reintroducida en Mongolia (Moehlman 2002).
Supuestamente en su área nativa habitaba pastizales en estepas y claros de bosques.
Descendientes de animales de raza criolla argentina, con 1,45 cm de altura. Son monomórficos y los machos presentan un mechón de pelo que le cae sobre el rostro y a partir de los 5 años de edad poseen dientes caninos. Su cuerpo está cubierto de pelo corto, aunque su coloración es muy variable. Sus extremidades son largas y fuertes, cuerpo en forma de barril y un cuello largo que soporta una cabeza grande. La cola es moderadamente larga con pelos que llegan, al menos, a la mitad de las extremidades posteriores. Poseen una crin en la cabeza y cuello.
Los caballos cimarrones se reproducen en primavera y verano, las hembras pueden tener su primera cría a los 3 años de edad, y los machos, si bien son maduros al año, generalmente se reproducen a los 5 años. Las hembras tienen una sola cría por camada y por año. En estado feral ambos sexos se reproducen hasta avanzada edad, cercana de los 20 años (Ransom & Kaczensky 2016).
El grupo esta conformado en promedio por 3,4 a 18 individuos de acuerdo a las diferentes poblaciones.
El área de acción varía considerablemente según los ambientes en que se encuentra, con un rango de 0,6 a 78 km2 (Boyd & Keiper 2005).
Pobladores criollos y urbanos de la provincia de Santa Cruz dan caza a los caballos cimarrones en la provincia, para consumo personal o para la confección de chacinados.
Información sobre invasión
Siglo XVI por parte de los primeros colonizadores.
Zona de actual ciudad de Buenos Aires, pero probablemente debido a su cría extensiva, el origen de otras poblaciones de caballos cimarrones situadas en distintas partes de Argentina sean animales escapados o liberados recientemente en cercanías a la zona de las poblaciones cimarronas. Sin embargo, algunos autores creen que la mayoría de los caballos que colonizaron la llanura pampeana habrían tenido origen en caballos ingresados a través de la cordillera desde Perú-Chile por pueblos originarios.
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Caballos españoles de origen bereber fueron transportados por los colonizadores a Buenos Aires por Don Pedro de Mendoza, seguramente algunos animales se escaparon o se perdieron tras la destrucción del asentamiento, y a la llegada de Don Juan de Garay la cantidad de caballos cimarrones era incontable (Cabrera 1945). Sin embargo, Assunçao (2011) cree que los caballos desembarcados en Buenos Aires no habrían sobrevivido o habrían sobrevivido muy pocos, y que los caballos que dieron origen a los cimarrones de las pampas habrían ingresado a través de la cordillera, transportados por pueblos originarios, siendo estos de origen Peruano-Chileno.
Otras introducciones tuvieron lugar desde Chile a la actual región de Cuyo, también en tiempos de la conquista española (Cabrera 1945). Es posible, si bien no se conoce con certeza, que algunas poblaciones de caballos cimarrones de la zona cordillerana de Cuyo y Patagonia tengan origen en esas introducciones. La mayoría de las poblaciones actuales, incluyendo las que habitan en áreas protegidas, tienen un origen reciente, moderno, por escape o abandono de estancias (Scorolli 2016).
La estepa patagónica (incluyendo mesetas y mesetas de altura), en diferentes distritos de vegetación, constituiría uno de los biomas (ecorregión) más afines a los originarios para la especie (estepas de Asia Central), además de pastizales serranos en el sistema Ventania.
La densidad en el Parque provincial Ernesto Tornquist es alta, incluso llegó a 35 ind/km2 en el año 2002, una de las mayores densidades conocidas para la especie en el mundo (Scorolli 2016). No existen estudios o datos sobre abundancia, densidad o probabilidad de ocupación de la especie en el resto del país.
No existen actualmente programas oficiales de monitoreo.
En estudios en otros países los caballos cimarrones modifican la estructura del hábitat en pastizales y matorrales, aumentan la compactación y la tasa de erosión del suelo (Rogers 1991; Beever & Brussard 2000a; Dawson et al. 2006). Causan reducción en la densidad de hormigas (Beever & Herrick 2006) y la riqueza de especies de saurios (Beever & Brussard 2004). En la Argentina, en el Parque Tornquist, el pastoreo por caballos, al disminuir la altura de la vegetación, favorece la depredación de nidos de aves, disminuyendo la abundancia de especies de pastizal (Zalba & Cozzani 2004). También incrementan el número de especies exóticas invasoras vegetales (Loydi & Distel 2010) y promueven su dispersión (Loydi & Zalba 2009). Además, reducen la biomasa vegetal aérea y aumentan el porcentaje de suelo desnudo del pastizal (de Villalobos & Zalba 2010; Loydi et al. 2010) y favorecen el establecimiento de una planta leñosa invasora, el pino tosquero (Pinus halepensis, de Villalobos et al. 2011). En la Puna desértica desplazan a los guanacos a hábitats subóptimos. En Patagonia afectan la regeneración del bosque, siendo la lenga (Nothofagus pumilo) la especie más afectada. Este efecto se visualiza tanto en bosques vírgenes como en situaciones post uso forestal.
Manejo
Actualmente está en ejecución un plan de erradicación de ganado bagual que incluye a caballo cimarrón en el Parque Nacional Los Glaciares (Disposición PN Los Glaciares 431/2015 y Resolución HD Nº 264/2016).
Plan de Erradicación en el Parque provincial Tornquist: En 2006 y 2007 se retiraron del área protegida un total de 220 caballos utilizando corrales móviles. Si bien el objetivo declarado era erradicación, no se contó con un plan formal escrito, ni análisis de factibilidad. El manejo se suspendió por cambio de autoridades y presión del público (Scorolli 2016, 2018).
Se realizaron acciones de control llevados a cabo por el cuerpo de guardaparques de los Parques Nacionales Tierra del Fuego y Bosque Petrificado de Jaramillo entre 2010 y 2012. El primero generó reacciones en contra en la opinión pública, lo que derivó en acciones judiciales contra la administración del área protegida. El fallo, favorable a la APN, facilitó que se impulsen y dieran a conocer públicamente los planes de control de especies exótica llevados adelante por la entidad.
En el caso del PN Bosque Petrificado de Jaramillo, la partir de un relevamiento e informe del Dr. Scorolli realizado entre los años 2006/08, se propuso un plan de trabajo para su control. Sin embargo, fueron acciones aisladas. Actualmente en éste área protegida se está trabajando en un acuerdo con interesados en extraer animales mediante arreo para su comercialización.
En 2011 el grupo GEKKO-UNS presentó a las autoridades responsables del Parque Tornquist una Estrategia de Manejo de Caballos cimarrones (Scorolli & Zalba 2011), que hasta el momento no ha sido implementada.
Habría planes de alambrar el PN Bosques Petrificados de Jaramillos con el objetivo de prevenir el ingreso de caballos cimarrones, pero es información que no se pudo confirmar.
Los caballos cimarrones están amparados por la Ley Nacional 22.421, denominada de “Conservación de la fauna silvestre”, sancionada el año 1981. Están incluidos en Fauna Silvestres, ya que la ley define en el Artículo 3, Inciso 3, que se entiende por fauna silvestre a: “Los originalmente domésticos que, por cualquier circunstancia, vuelven a la vida salvaje convirtiéndose en cimarrones.” Por otro lado, la Ley Provincial 10.907 de la provincia de Buenos Aires menciona claramente que las especies exóticas invasoras deben ser controladas o erradicadas, y el tratado internacional Convenio de Biodiversidad (CBD) firmado por la Argentina obliga a nuestro país a erradicar o controlar las especies exóticas en el territorio. Así, la situación legal de los caballos cimarrones es al menos confusa, porque la ley Nacional 22.421 los protege, mientras otras legislaciones o convenios internacionales propenden a su erradicación.
Distribución y ocurrencia
El caballo cimarrón ocupó una importante parte de la región pampeana en el pasado pero con el parcelamiento de la tierra y el crecimiento de la ganadería a fines del siglo XIX prácticamente había desaparecido del territorio. Actualmente existen poblaciones conocidas en varias áreas protegidas y además hay poblaciones en las regiones de Cuyo y Patagonia pero se desconoce su tamaño y localización geográfica (Scorolli 2016).
Sitios confirmados de poblaciones de caballos ferales:
Buenos Aires: en el Parque provincial Ernesto Tornquist, el lugar donde los caballos ferales fueron más estudiados de Argentina.
Santa Cruz: Cercanías río Chalía o Shehuen, Ea. Los Cerros; Meseta La Siberia, proximidades Lago Tar; valle del Río Belgrano (cercanías Eas. Menelik y Los Manantiales y PN P Moreno); Meseta Lago Buenos Aires; PN Bosques Petrificados y Península Herminita en el PN Los Glaciares.
Tierra del Fuego: cuenca media del Río San Pablo, Cuenca del río Irigoyen. Península Mitre, Reserva Provincial Corazón de la Isla. Cuenca media y alta del Río Claro, PN Tierra del Fuego.
Neuquén: Hay tropillas cimarronas en la zona del parque Provicial Auca Mahuida, en la zona de Sierra Negra, además, existirían algunas tropillas en la zona del Parque provincial Tromen, aunque siempre algún "dueño" aparece al momento del control.
La mayor población conocida y estudiada de caballos cimarrones habita en el Parque provincial Tornquist, en el sudoeste de Buenos Aires (Scorolli 2016), existen además poblaciones importantes en los Parque Nacionales Bosques Petrificados de Jaramillo, y Los Glaciares en la provincia de Santa Cruz. En Tierra del Fuego existe una pequeña población en el Parque Nacional Tierra del Fuego, en el límite con el Parque Nacional Yendegaia de Chile (Scorolli 2016) y en la Reserva Provincial Corazón de la Isla.
Proyectos
Comprensión integral y manejo efectivo de invasiones biológicas en pastizales naturales.
Equus ferus caballus
Alberto Luis Scorolli (scorolli@criba.edu.ar)
Es necesario conocer la extensión del área ocupada por la especie, y su abundancia. Un aspecto crucial para un manejo apropiado sería conocer cuáles son los valores de biodiversidad potencialmente afectados y su grado de amenaza a nivel regional o nacional. Por otro lado, es fundamental conocer cómo valora y percibe la población a las poblaciones cimarronas de ésta especie.
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