Categorías de conservación
La foca cangrejera es el pinnípedo más abundante del planeta, con una amplia distribución circumpolar. En la región de Antártida argentina también es muy abundante, a pesar de que su tendencia poblacional se desconoce. Se encuentra protegida por la Convención para la Conservación de Focas Antárticas desde el año 1972, entrando en vigencia para la República Argentina el 6 de abril de 1978. Esta especie no cumple con ninguno de los criterios para ser clasificada en alguna de las categorías de amenaza de la UICN, por lo tanto, se concluye clasificarla como Preocupación Menor (LC).
MMA (2017)
Taxonomía y nomenclatura
Lobodon carcinophaga (Hombron et Jacquinot, 1842)
Sinónimos: Lobodon carcinophagus (Hombron & Jacquinot 1842).
Información relevante para la evaluación del estado de conservación
En general, resulta difícil obtener estimaciones robustas sobre el tamaño y la dinámica poblacional de las focas antárticas dado que, como la mayoría de los pinnípedos, pasan gran parte de su tiempo en el agua en busca de su alimento. En particular, para aquellas especies que se conocen como “focas de pack”, es aún más difícil realizar estimaciones fieles del tamaño poblacional ya que durante gran parte del año habitan zonas prácticamente inaccesibles como lo es el hielo marino que rodea al continente antártico.
Según Pacifici et al. (2013).
La especie reproduce en hielo a la deriva, recorre largas distancias en busca de alimento y es altamente gregaria, características que propician el flujo génico y la variabilidad genética (Davis et al. 2008). Precisamente, Bobinac et al. (datos no publicados) utilizando marcadores mitocondriales reportaron una alta variabilidad genética en focas cangrejeras de la Costa de Danco (H = 1,00; n = 21). Lo mismo fue reportado por Curtis et al. (2011) en el Mar de Ross donde observaron una heterocigosidad esperada de 0,85, la segunda más alta entre los fócidos. Valores de heterocigosidad mayores a 0,75 son considerados como indicadores de una población estable y de gran tamaño.
Curtis et al. (2011) estimaron un tamaño poblacional efectivo de 880.200 individuos. Considerando que, según estimaciones de Southwell et al. (2012) el 40% de la población de focas cangrejeras se encuentra en el sector comprendido por la Península Antártica, el tamaño poblacional efectivo para el territorio argentino rondaría los 352.000 individuos.
Rango geográfico, ocurrencia y abundancia
La foca cangrejera utiliza el hielo marino como plataforma para la reproducción, la muda del pelaje, el descanso o bien como refugio ante sus depredadores. Asimismo, su principal presa, el kril antártico (Euphausia superba), también está íntimamente ligado al hielo marino. Es por lo que la especie está ampliamente distribuida en el hielo y las aguas que rodean al continente antártico. Ocasionalmente individuos errantes son registrados en las costas de América del sur, África, Australia, Tasmania y Nueva Zelandia. La especie fue observada en varias ocasiones, principalmente durante los meses de invierno, a lo largo de las costas del Mar Argentino. Existen reportes de individuos solitarios errantes en las costas de Buenos Aires, Río Negro (Svendsen com. pers.), Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego e Islas Malvinas (Goodall & Schiavini 1987; Palomares et al. 2005; Crespo et al. 2008). El registro más septentrional de la especie en el territorio argentino corresponde al avistaje de un ejemplar en el Río Paranacito, Provincia de Entre Ríos ( https://www.unoentrerios.com.ar/la-provincia/hallaron-una-foca-rios-n1192503.html )
En el marco del Antarctic Pack Ice Seal Program, llevado adelante por el grupo de especialistas en focas del Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR por sus siglas en inglés), se realizó un relevamiento de la abundancia de las focas antárticas (Southwell et al. 2012). En el mismo se estima un tamaño poblacional de 8.000.000 de individuos, de los cuales 3.187.000 se ubicarían en el sector correspondiente a la Península Antártica (90°O - 30°O). Forcada et al. (2012) llegaron a una aproximación similar estimando una abundancia de 3.042.581 (IC 95%: 2.530.617- 3.703.918) y una densidad de 2,563 (IC 95%: 2,13- 3,12) focas sobre km2. Considerando las limitaciones metodológicas del muestreo es esperable que estos valores se encuentren subestimados. De acuerdo a estas estimaciones, la foca cangrejera es considerada la especie de foca más abundante del mundo.
En la Costa Danco, Zona Antártica Especialmente Protegida N°134 (64.16°S; 60.96°O), entre los años 2012 y 2016, se realizaron censos durante la temporada de muda en un área de 49 km2 y se registró una densidad promedio de 0,32 ind/km2 (IC 95%: 0,04-1) (Poljak et al. 2017).
Durante la temporada reproductiva de los años 2015, 2016 y 2017 se realizaron censos aéreos en el Estrecho Bouchard (entre la isla Cerro Nevado e Isla Ross) y se registró una densidad promedio de 2,4 ind/km2 (IC 95%: 0,95-5,8) en una área de aproximadamente 45 km2 (Negrete et al. datos no publicados).
Realizados por el Departamento de Biología de Predadores Tope, Instituto Antártico Argentino.
Datos morfométricos
Rasgos eto-ecológicos
Carcinófago
Las hembras alcanzan la madurez sexual entre los 16 meses y los 4 años de edad y la fertilidad se extiende hasta los 30 años aproximadamente (Adams 2005). Las hembras son uníparas (paren una solo cría) y entre septiembre y diciembre, junto a su cachorro y un macho adulto, forman grupos “familiares” sobre el hielo marino (Siniff et al. 1979; Southwell et al. 2003; Southwell 2004). El cachorro es destetado entre las 2 y 3 semanas y se produce la cópula (Bengston 2009). La mortalidad durante el primer año alcanza el 80%, en gran parte debido a la depredación por focas leopardo, Hydrurga leptonyx (Hückstädt 2015).
Hasta más de 1.000 individuos (Siniff et al. 1979).
Burns et al. (2004) estimaron un área de acción cercana a los 300 km2, sin embargo, recientemente Nachtsheim et al. (2017) reportaron que ciertos individuos de la especie fueron capaces de recorrer grandes distancias (hasta 4.500 km) en relativamente poco tiempo (menos de cuatro meses), por lo tanto, el área de acción real podría ser mucho mayor a lo reportado.
Conservación e investigación
Amenazas por grado: de 1 (menor) a 5 (mayor)
En la actualidad no existen amenazas directas para la especie. Si bien algunos autores sugieren que las poblaciones pueden verse afectadas por la disminución del hielo marino como consecuencia del calentamiento global (Learmonth et al. 2006), los efectos reales aún se desconocen. El hielo marino cumple un rol fundamental para la supervivencia de los estadios juveniles del kril, principal ítem alimenticio de las focas cangrejeras. Es de suponer que la disminución del hielo marino afecte la disponibilidad de kril, disminuyendo su biomasa disponible. Sin embargo, no es posible afirmar ante esta hipotética situación el comportamiento de las focas cangrejeras, que podrían adoptar una dieta más generalista y no verse afectadas tan directamente por la disminución del kril.
No se ha establecido el posible efecto de la presencia humana producto del turismo en el continente antártico, ni el efecto del ruido y la presencia de buques en la zona.
No se han reportado interacciones con pesquerías. La principal interacción podría darse con la pesca de kril, actividad que se encuentra regulada y monitoreada desde 1982 por la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos.
Al igual que el resto de las focas antárticas, se encuentran protegidas por el sistema del tratado antártico el cual designa a las tierras y aguas al sur del paralelo 60° de latitud sur como “reserva natural, consagrada a la paz y a la ciencia”. Más precisamente, el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, conocido también como Protocolo de Madrid establece, desde su entrada en vigor (14 de enero de 1998) un esquema de zonas protegidas en la Antártida y propone una serie de herramientas de gestión, a los fines de otorgar protección adicional a determinados sitios cuyos valores presentes requieran un manejo particular. En el sector Antártico Argentino se encuentran numerosas Zonas Antárticas Especialmente Protegidas (ZAEP), a continuación se listan aquellas gestionadas por Argentina:
ZAEP 132- Península Potter
ZAEP 133- Punta Armonía
ZAEP 134- Punta Cierva
La foca cangrejera se encuentra protegida por la Convención para la Conservación de Focas Antárticas desde el año 1972, entrando en vigencia en Argentina en 1978.
Alrededor del 90 % de la dieta de la foca cangrejera está compuesta por kril antártico (Euphausia superba) (Bengtson 2009; Hückstädt et al. 2012; Botta et al. 2018). Esta especialización trófica y por lo tanto, una estricta dependencia del kril, sugiere que la distribución y el comportamiento de estas focas pueden ser un buenos indicadores de la abundancia y distribución de cardúmenes de kril en el corto plazo, razón por lo cual una variedad de organizaciones científicas han reconocido a los focas cangrejeras como indicadores potencialmente importantes del cambio en los ecosistemas marinos antárticos (Burns et al. 2008).
- Estimar la abundancia y tendencia poblacional de focas de la especie en el Sector Antártico Argentino.
- Analizar la composición de la dieta y estudiar los posibles cambios de la misma en relación a las alteraciones que experimenta el ecosistema antárctico.
- Estudiar la interacción de la especie con otros depredadores tope del ecosistema antártico y con la pesquería de kril.
- Profundizar el conocimiento referido al comportamiento social de la especie, en particular durante la temporada reproductiva.
Bibliografía
ADAM, P. J. 2005. Lobodon carcinophaga. Mammalian Species 772:1–14.
BENGTSON, J. L. 2009. Crabeater Seal: Lobodon carcinophaga. Encyclopedia of Marine Mammals (W. F. Perrin, B. Würsig & J. G. M. Thewissen, eds.). 2nd edition. Academic Press, San Diego, CA.
BOTTA, S. ET AL. 2018. Isotopic niche overlap and partition among three Antarctic seals from the Western Antarctic Peninsula. Deep Sea Research Part II: Topical Studies in Oceanography 149:240–249.
BURNS, J. M. ET AL. 2004. Winter habitat use and foraging behavior of crabeater seals along the Western Antarctic Peninsula. Deep Sea Research Part II: Topical Studies in Oceanography 51:2279–2303.
BURNS, J. M., M. A. HINDELL, C. J. A. BRADSHAW, & D. P. COSTA. 2008. Fine-scale habitat selection of crabeater seals as determined by diving behavior. Deep Sea Research Part II: Topical Studies in Oceanography 55:500–514.
CRESPO, E. A., N. A. GARCÍA, S. L. DANS, & S. N. PEDRAZA. 2008. Mamíferos marinos. Atlas de Sensibilidad Ambiental de la costa y el Mar Argentino (D. Boltovskoy, ed.). Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Buenos Aires.
CURTIS, C., B. S. STEWART, & S. A. KARL. 2011. Genetically effective population sizes of Antarctic seals estimated from nuclear genes. Conservation Genetics 12:1435–1446.
DAVIS, C. S., I. STIRLING, C. STROBECK, & D. W. COLTMAN. 2008. Population structure of ice-breeding seals. Molecular Ecology 17:3078–3094.
FORCADA, J. ET AL. 2012. Responses of Antarctic pack-ice seals to environmental change and increasing krill fishing. Biological Conservation 149:40–50.
GOODALL, R. N. P., & A. C. M. SCHIAVINI. 1987. Focas antárticas halladas en las costas de Tierra del Fuego. Anais II Reunião de Trabalho de Especialistas em Mamíferos Aquáticos da America do Sul:4–8.
HÜCKSTÄDT, L. 2015. Lobodon carcinophaga. The IUCN Red List of Threatened Species 2015: e.T12246A45226918.
HÜCKSTÄDT, L. A., J. M. BURNS, P. L. KOCH, B. I. MCDONALD, D. E. CROCKER, & D. P. COSTA. 2012. Diet of a specialist in a changing environment: the crabeater seal along the western Antarctic Peninsula. Marine Ecology Progress Series 455:287–301.
LEARMONTH, J. A., C. D. MACLEOD, M .B. SANTOS, G .J. PIERCE, H. Q. P. CRICK, & R. A. ROBINSON. 2006. Potential effects of climate change on marine mammals. Oceanography and Marine Biology: An Annual Review 44:431–464.
MMA. 2017. RCE–Reglamento de Clasificación Especies DS 06. Ministerio del Medioambiente. Gobierno de Chile.
NACHTSHEIM, D. A., K. JEROSCH, W. HAGEN, J. PLÖTZ, & H. BORNEMANN. 2017. Habitat modelling of crabeater seals (Lobodon carcinophaga) in the Weddell Sea using the multivariate approach Maxent. Polar Biology 40:961–976.
PACIFICI, M. ET AL. 2013. Generation length for mammals. Nature Conservation 5:87–94.
PALOMARES, M. L., P. PROVOST, T. PITCHER, & D. PAULY. 2005. Modeling Antarctic marine ecosystems. Fisheries Centre Research Report 13:98.
POLJAK, S., J. SÁNCHEZ, L. SELZER, M. S. LIZARRALDE, & J. NEGRETE. 2017. ¿Abundancia inusual de focas cangrejeras en la zona de Punta Cierva, Península Antártica? Especulaciones sobre la importancia del recurso alimentario vs. la presencia de hielo marino para esta especie. IX Congreso Latinoamericano de Ciencia Antártica, Punta Arenas, Chile.
SINIFF, D. B., I. STIRLING, J. L. BENGTSON, & R. A. REICHLE. 1979. Social and reproductive behavior of crabeater seals (Lobodon carcinophagus) during the austral spring. Canadian Journal of Zoology 57:2243–2255.
SOUTHWELL, C. J. 2004. Satellite dive recorders provide insights into the reproductive strategies of crabeater seals (Lobodon carcinophagus). Journal of Zoology 264:399–402.
SOUTHWELL, C., K. KERRY, P. ENSOR, E. J. WOEHLER, & T. ROGERS. 2003. The timing of pupping by pack-ice seals in East Antarctica. Polar Biology 26:648–652.
SOUTHWELL, C. ET AL. 2012. A review of data on abundance, trends in abundance, habitat utilization and diet for Southern Ocean ice–breeding seals. CCAMLR Science 19:1–49.
BENGTSON, J. L., & B. S. STEWART. 2018. Crabeater seal: Lobodon carcinophaga. Encyclopedia of Marine Mammals (B. Würsig, J. G. M. Thewissen & K. M. Kovacs, eds.). 3rd edition. Academic Press, London, UK.
WU, F., L. DONE, Y. ZHANG, & Z. ZHANG. 2017. Impacts of global climate change on birds and marine mammals in Antarctica. Advances in Polar Science:1–12.
YOUNGER, J. L., L. M. EMMERSON, & K. J. MILLER. 2016. The influence of historical climate changes on Southern Ocean marine predator populations: a comparative analysis. Global Change Biology 22:474–493.