Taxonomía y nomenclatura
Dama dama (Linnaeus, 1776)
Hasta hace unos años incluía a Dama mesopotamica (Brooke, 1875) como subespecie.
Información general
El área de distribución nativa no está del todo definida, dada su cercanía con D. mesopotámica e introducciones en la antigüedad en el oeste y norte de Europa (Chapman & Chapman 1980; Long 2003; Masseti & Mertzanidou 2008). Sin embargo, los últimos estudios sugieren que la especie se distribuía en el sureste de Europa (Italia y la península Balcánica) y Turquía (Masseti et al. 2008).
Habita una gran variedad de hábitats que incluyen bosques, matorrales, pastizales y plantaciones (Long 2003; Masseti & Mertzanidou 2008).
La coloración más habitual es pardo rojizo con manchas y líneas blancas en los laterales. El dorso más oscuro y vientre de color claro. El escudo anal es blancuzco bordeado por franjas negras que le dan forma de corazón. La coloración invernal es más oscura y con manchas imperceptibles. El largo es de 160 cm, la altura de la cruz en promedio es de 90 cm, y la cola de 18 cm. El macho es de mayor tamaño que las hembras y posee astas que terminan en forma plana, de allí el nombre de paleto (Long 2003; Chebez & Rodríguez 2013).
Forman manadas mixtas desde el celo (otoño) hasta el invierno. Fuera de ese período viven aislados o en pequeños grupos. La brama comienza a principios de abril. La gestación dura ocho meses y pare generalmente una sola cría, la cual se separa por unas tres semanas de la manada. Luego las hembras permanecen junto a las crías y a los jóvenes (Long 2003; Chebez & Rodríguez 2013).
Hasta 10 en Isla Victoria, 60 en el continente (Tekel Malal–Neuquén).
El área de acción varía con el sexo, en promedio las hembras tienen un área de acción entre 130–200 ha, mientras que el área de acción del macho varía ampliamente entre 300–900 ha según el ambiente, lugar geográfico y la estación del año (Ciuti et al. 2006; Borkowski & Pudełko 2007).
Si bien no existen estimaciones sobre el rédito de la caza de ciervo dama, la especie está presente en numeroso cotos de caza, donde su carne también es utilizada para alimentación. Por otro lado, la especie ha sido introducida en varias estancias con motivos ornamentales, para enriquecer la fauna, o con fines turísticos.
Información sobre invasión
1905
En las provincias de Buenos Aires y Neuquén.
DACIUK, J. 1978. Notas faunísticas y bioecológicas de Península Valdés y Patagonia. IV. Estado actual de las especies de mamíferos introducidos en la Subregión Araucana (Rep. Argentina) y grado de coacción ejercido en algunos ecosistemas surcordilleranos. Anales de Parques Nacionales 14:105–130.
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En 1905 E. Torquinst introdujo el ciervo dama desde España y Polonia en Sierra de la Ventana, Buenos Aires (Chapman & Chapman 1980; Navas 1987). Luego en 1930, el ciervo dama fue introducido por A. Anchorena en la Isla Victoria y en la Estancia Huemul, Neuquén (Daciuk 1978; Navas 1987). Más recientemente, aunque sin fechas precisas, el ciervo dama fue introducido en numerosos cotos de caza en varias provincias Argentina incluyendo Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, Río Negro, San Luis, y Santa Fé. Estas poblaciones provendrían de individuos de la Argentina, y no de nuevas introducciones desde el rango nativo (Navas 1987).
En la provincia de Corrientes fueron introducidos a fines de la década del ‘90 en la Estancia Asunción, departamento Mercedes (hoy parte de Estancia Cerro Verde) (Fabri et al. 2003; Cirignoli S., datos no publicados). Si bien hay registros en estancias vecinas de individuos escapados de los encierros (Fabri et al. 2003), pareciera ser que la especie no prosperó, ya que luego de 12 años de monitoreo y control de mamíferos exóticos en la zona no se han efectuado nuevos avistajes (Cirignoli S., datos no publicados).
Los cotos de caza representan núcleos de escape y dispersión claves en la distribución del ciervo dama en Argentina. El creciente número de cotos y la falta de controles necesarios sugieren que los escapes podrían ser cada vez mas frecuentes.
En el Parque Nacional Nahuel Huapi (Isla Victoria y Peninsula Huemul) usa los bosques de Nothofagus domeyi, y Austrocedrus chilensis, y matorrales de Lomatia hirsuta y Maytenus boaria (Barrios-Garcia et al. 2012).
No hay estudios sobre la tendencia poblacional de la especie para la Argentina, pero las poblaciones asilvestradas de Isla Victoria y Península Huemul, se consideran estables ya que están relativamente aisladas.
Si bien el ciervo dama ha sido introducido en numerosas provincias de Argentina, sus poblaciones se encuentran mayormente restringidas a los cotos de caza. La única excepción son Isla Victoria y Península Huemul, donde son abundantes (Daciuk 1978; Navas 1987). Por otra parte, se desconocen datos de abundancia para las provincias de Buenos Aires y Corrientes, y tampoco existe información sobre la probabilidad de ocupación en el resto del territorio Argentino.
No existen estudios específicos de los efectos del ciervo dama exclusivamente, solo existen trabajos realizados en la Isla Victoria que demuestran los efectos negativos conjuntos sobre la biodiversidad del ciervo dama y el colorado (Cervus elaphus), allí son simpátricos y sus impactos no pueden diferenciarse. El ramoneo, raspado y descortezado tienen efectos negativos en la regeneración, composición y estructura de la comunidad vegetal (Veblen et al. 1989, 1992; Navas 1987; Relva & Veblen 1998; Relva et al. 2009; Barrios-García et al. 2012). Asimismo, los ciervos contribuyen al crecimiento de plantas exóticas, y a la dispersión de hongos foráneos que facilitan la invasión de Pinaceae (Relva et al. 2010; Nuñez et al. 2013). Sin embargo, no se encontraron efectos sobre las propiedades físicas y químicas del suelo (Relva et al. 2014).
No han sido descriptos.
No han sido descriptos, aunque se la señala como posible trasmisor de enfermedades como la tuberculosis bovina (Aranaz et al. 2004) y la fiebre aftosa (Gibbs et al. 1975).
Manejo
En la Isla Victoria (PN Nahuel Huapi) se implementa el “Plan piloto de caza control de ciervo colorado (Cervus elaphus), ciervo dama (Dama dama) y jabalí europeo (Sus scrofa)” (DNCAP N° 5/2015). El objetivo del plan es la erradicación para revertir el daño en el ecosistema nativo. La modalidad es caza con armas organizada en turnos y se implementa por 3 años desde 2015.
El ciervo dama está incluido en la lista de especies pasible de caza deportiva en varias provincias incluyendo: Buenos Aires (Decreto 110/81), Corrientes (Disposición 201/2017), La Pampa (Disposición 557/16), y Neuquén (Resolución 125/16).
Distribución y ocurrencia
Si bien la distribución actual pareciera bastante restringida, el ciervo dama sigue distribuyéndose entre cotos de caza que representan potenciales núcleos de escape y dispersión. En consecuencia, sin los controles necesarios, la distribución del ciervo dama podría ampliarse notoriamente.
Parque Nacional Nahuel Huapi, Neuquén
Parque Nacional Los Arrayanes, Neuquén
Parque Provincial Ernesto Tornquist, Buenos Aires
Parque Nacional Campos del Tuyú, Buenos Aires
Reserva Natural Sierra del Tigre, Buenos Aires
Proyectos
En general no existen estudios que determinen el efecto del ciervo dama en ecosistemas nativos independientemente de otras especies exóticas. También se desconocen datos de la estructura y dinámica poblacional, así como su rol como reservorio de enfermedades zoonóticas.
Bibliografía de referencia
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